Del 23 de febrero al 2 de marzo de 2026, te invitamos a vivir una peregrinación única que combina espiritualidad, historia y la belleza de algunos de los lugares más emblemáticos de Italia. Este viaje no es solo una ruta turística, sino una experiencia de conexión profunda con la fe y con la historia de grandes santos que marcaron la espiritualidad cristiana.

La aventura comienza en Roma, donde el grupo se reúne para dirigirse hacia la encantadora ciudad de Asís. Este destino es un lugar lleno de paz y serenidad, cuna de San Francisco, uno de los santos más admirados por su mensaje de humildad, amor por la naturaleza y dedicación a los más necesitados. Entre sus calles empedradas y plazas tranquilas, los peregrinos podrán visitar la majestuosa Basílica de San Francisco y otros lugares sagrados, incluido el Santuario del Despojo, donde descansa Carlo Acutis, un joven cuya vida ha inspirado a miles de jóvenes alrededor del mundo.

Asís también ofrece espacios de recogimiento y meditación que invitan a la reflexión personal. El Eremo de San Damiano, un monasterio donde San Francisco recibió la llamada divina a “reconstruir su iglesia”, permite sentir de cerca la espiritualidad que inspiró la fundación de la Orden Franciscana. Muy cerca, el Monte San Damiano ofrece un entorno natural de gran belleza donde el santo meditaba, reforzando la conexión entre fe y naturaleza. La Porciúncula, por su parte, es un lugar emblemático en la historia franciscana, donde se fundó la comunidad y se concedió la famosa indulgencia que atrae peregrinos de todo el mundo.

Tras Asís, el viaje continúa hacia el sur de Italia, en dirección a San Giovanni Rotondo, un lugar estrechamente vinculado al Padre Pío. Aquí, los participantes podrán asistir a misa y visitar el convento donde el santo desarrolló su vida de servicio y oración. La cercanía con Pietrelcina, el pueblo natal del Padre Pío, permite experimentar otra dimensión de su legado espiritual, con visitas guiadas y momentos de reflexión en sus lugares de origen.

Otro punto destacado de la peregrinación es Monte Sant’Angelo, donde se encuentra la famosa huella del Arcángel San Miguel y un santuario que ha sido centro de devoción durante siglos. La visita incluye también el hospital fundado por el Padre Pío, reflejo de su dedicación a los enfermos y al cuidado del prójimo.

Este viaje ofrece una combinación única de fe, historia y paisajes impresionantes, invitando a los peregrinos a vivir cada destino no solo como un lugar turístico, sino como un espacio de encuentro espiritual y personal. Desde la tranquilidad de Asís hasta la devoción de San Giovanni Rotondo y Monte Sant’Angelo, cada etapa del recorrido deja una huella profunda, transformando la peregrinación en una experiencia que permanecerá en la memoria y el corazón de quienes participan.